Porque te amé sin motivo,
porque no fuimos dos, sino uno mismo.
Porque bebimos del cáliz el vino prohibido.
¡Por eso no me resigno al olvido!
Hoy… Sintiendo ausencia de todo,
lo que se fue contigo llorando.
Llevando un luto sin muerto,
negando mortaja al destino.
Triste historia sin comienzo cierto,
ni final que escriba ningún pensamiento.
¿He dicho triste? ¡No, así miento!
Era un loco amor, gritado al viento,
y el agua deseada en nuestro desierto.
Hoy… Volveré a buscarte, donde te perdiste.
Tendré que sentirte, para así encontrarte.
En esta mi noche… De duelo y desastre.
Buscaré besos, sueños, tu voz susurrante.
¿Dime loco amor dónde los dejaste?